Hola. Mi nombre es Apes. Y con esa frase miento, porque de hecho no es ese mi nombre, pero eso es insignificante. Soy de Barcelona, aunque intento comportarme como un ser ubicuo y no arraigar en ningún lado. Me gusta estar por todos lados, física y mentalmente. Me gusta viajar. De hecho, viajo. Vivo en constante movimiento, obligado y por placer. Y escribo graffiti mientras tanto.
Se suele decir que el graffiti tiene un punto territorial. Discrepo, porque nuestro territorio es el mundo. Considero el graffiti una forma de lenguaje contemporáneo, que provoca que gente que somos de lugares dispares, logremos hablar todos en un mismo idioma. El graffiti, a parte de ser algo ilegal en la mayoría de rincones del planeta, responde a una necesidad. Creo que es una especie de esperanto involuntario, que carece de diccionarios ni de canales reglados, muy abierto a muchas interpretaciones, y que nos hace un poco más libres. Y con esa frase, a lo mejor he vuelto a mentir.